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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: juny, 2022

vivir en el temblor

  vivo en el temblor  que sigue al trueno sin saber del rayo ni la tormenta deslumbrado de tanta oscuridad buscando a tientas  unas gotas de lluvia que justifiquen el miedo me escupo en las manos para disolver las dudas cuento los dedos para explicar los abrazos pero siempre resulta  el escalofrío amargo de la tierra seca

Conversan los ágeles

Conversan tres ángeles  en el aire enfermo sobre los atributos del azufre rezuma un temblor de salamandras de las paredes podridas del occidente: Mao decreta guerras contra los gorriones los símbolos solo salen de noche y hay que leer a tientas los perfiles del amor las fugaces criaturas del polvo se aferran a la curva de los luceros y aletean nerviosas cuando alguien les habla de su plumaje pardo las he visto mecerse de miedo cuando llega implacable la noche

asedio

  solo la voz degollada de la noche y un perro viejo durmiendo en el suelo nada más la cama está hecha la casa me espera  y yo me pierdo en un sueño de peces  donde ya no me habitas las ventanas están cerradas pienso en el manto cálido de tierra que me protege de todas las derrotas y luego me encojo al recordar tu mano sujetando todas las palas

hoy he visto un cielo

hoy he visto un cielo de dunas ardiendo sobre el latido verde de mis adelfas me he entretenido  en su derrumbe de plomo leve en su ser de ave y asfalto en su vacilante promesa de claridad  ¿sería suficiente este desplome de cieno para colmar las grietas de mi casa? ¿podría acumular todo este sutil desierto  para cubrir esas muecas lentas del tiempo? hoy he visto hacerse barro las piernas dolientes de un anciano he contemplado como se iba alejando arrastrando sus huesos como granito hartos de cuchillas sus pasos pálido caño de hielo último su cara luego ha llovido como si los dioses quisieran disolver la tarde y convertirla en otro trivial borrón de memoria  luego ha llovido para que yo olvide que no caben ya más grietas en esta casa luego ha llovido para inundar el camino áspero de mis mayores luego ha llovido como siempre y me he sentado en esta silla imprecisa a esperar a que el agua se desborde  sobre esta casa vieja

Ahí va

 ahí va labrando una tierra que no ha de dar fruto bajo un cielo exhausto de luz cara agrietada de diamantes polvo enamorado de los callejones manos sucias de polen putrefacto ahí va soñando con el abrazo de las madreselvas moviendo leve la cabeza al son de las lomas de retama poblado de un aleteo de gorriones deseo de lluvia mansa  de semilla pura que cale hasta la sed de su estéril centro ahí va como hormiga sin rastro yema de almendro viejo temerosa de la helada

Corteza hendida

quebrantada piel que ondea al son de un aliento extraño  corteza hendida de árbol hueco sepulcro abierto el sordo eco del despoblado así tan lejos de mí tan lejos y descalzo  ¿Quién recuerda por qué estos pies son engastes de piedras tan antiguas? ¡que hable! ¡que bramen cada una de las cicatrices derramadas en las plantas curvas! no hay espejos para explicarme el porqué de este poniente ni brisa helada que anuncie una noche lejos sin entender aguardando nada paloma de mudo alabastro que no se sabe