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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: juliol, 2022

lo que más me duele

 aunque eres tú el ahora que me dices que ya no quieres seguir con esto lo que más me duele es dejarte desamparado como a un niño no sabías decir te quiero ni buenos días cariño ni te echo de menos yo te enseñé todas las palabras que acarician y ahora te enseño las palabras que duelen pronúncialas con mucho cuidado ¿quién te trajo hasta mis brazos si no sabías caminar? ¿quién te llevó a cuestas por este mundo terrible y te dejó en una noche oscura? tal vez naciste el día en que te conocí quién sabe y quién sabe si hoy que ya no te miro has vuelto a dejar de existir

diamantes tiemblan en su cuerpo

en aquella noche que se extendía más allá del recuerdo su piel parecía arder de tan pálida calcinado no concebía otra luz que la de su cuerpo yo le dije no puedo seguir desnudo en este invierno él me dijo mi vida empieza y acaba en el frío muere junto a mí por la ventana el sol decía con una  voz que de tan suave dolía se avecina el deshielo inténtalo si vas a morir hazlo en una mañana templada pronto llegará marzo

llegaste agrietado

Imatge
llegaste agrietado como siempre me quedé en silencio contemplando el cotidiano derrumbe de tu cuerpo tan viejo por dentro me mirabas  mientras tu carne furiosa de dolor iba anegando mi casa como un tumor de diminutos clavos tal vez esperabas el abrazo de este cuerpo tan cansado pero no me quedaban miembros amor para abarcarte el rencor  que te dejó sin luz cuando eras niño ya era un océano  y mis brazos apenas las alas de un gorrión ¿palabras? nos las dijimos todas hace demasiado tiempo en la quietud de la noche no me quedan balas amor para matarte solo sé que mientras caes veo el ventanal abierto las chimeneas metálicas el viento moviendo el esqueleto de las antenas  y la ropa tendida y detrás mucho más lejos las golondrinas  haciendo círculos sin reparar en nuestra derrota.

romano

 me dices me segó la mandíbula sin pensarlo con la mueca helada de un robespierre siempre hay alguien dispuesto a sembrar el terror en las pequeñas grietas que rodean el alma me hablas de farinelli mientras abres las habitaciones de un pasado tan espeso que no deja que corra el aire tú me dices que el futuro no existe yo te digo que el pasado no existe sonríes como diciendo fui feliz una y otra vez vuelves a tener siete años recibes a ese niño con pañuelos de seda y limpias el sudor ajeno que recorre su piel por las noches te arrancas los párpados y construyes espejos para poder mirarte a la cara nos damos un abrazo y yo bajo las escaleras acompañado del viejo dios de los cristianos terriblemente desnudo no puedo dejar de pensar en tu sonrisa desierta

perdido entre molinos

I en el principio  solo tú   desnudo sobre la arena como palabra inesperada caníbal de toda luz  cuerpo alumbrado  y deslumbrante árbol que duerme en la semilla sobre este lento paisaje de esparto dueño del instante perdurable montón de arcilla  que se sueña forma calcinada en el principio  solo tú pusiste los nombres sin saberlo: aquí unos labios ávidos de manantial aquí unas manos sin refugio aquí unos brazos vencidos aquí unos pasos sin memoria en el principio solo tú

Los signos eran claros

los signos eran claros: erguidos los pinos desde la tierra arrojaban bandadas de aves hacia el cielo con un furioso ademán de ramas los días se descalzaban lentamente y caminaban con encendido equilibrio sobre las cuerdas infinitas del horizonte algunos empezaron a enloquecer y decían oír trompetas otros vieron llamas en el firmamento. y los más tristes de entre los hombres empezamos a soñar con un apocalipsis justo que rompiera los muros infectos de aquel mundo intolerable soñamos con vendavales de salitre devorando petroleros en el Mar Rojo soñamos con arquitectos en pasamontañas diseñando rascacielos sin cimientos soñamos con Benjamin Franklin ardiendo en hogueras de papel soñamos con estadísticas minuciosas donde no cupiera el dolor soñamos a fin de cuentas con un mundo de fango que pudiera desvanecerse todas las primaveras venga el mar a borrar mi nombre venga la tierra a borrar mis huesos decimos: mi dolor  

entramos en la farmacia

entramos en la farmacia y él se fue hacia una chica de bata blanca y cabellos de un negro casi perfecto ¿tienen agujas americanas? querría alfileres minúsculos para preguntarme en estos brazos hambrientos si todavía sigo vivo a veces necesitamos un pellizco para despertarnos pero no se trataba de eso se trataba de obrar un limbo tibio que cubriera la tierra de una pátina amable al fin pude decirle estoy muy arrepentido de haberte conocido el cristal apenas le dejó murmurar ¿por qué me dices eso? porque en esos surcos de tu piel ya nunca brotará la hierba y se fue envuelto en un leve llanto caminaba tan lento que más que alejarse se diría que danzaba sutilmente hacia el olvido

un café

Imatge
                                                                                         (Imagen: Mario Pasqualotto) apenas piel sobre huesos te derrumbas extenuado y señalas lápidas borrosas con el fragmento de un dedo dices somos dos supervivientes arrojados en la orilla por un mar desconocido deberías estar contento dices agradece al destino este pálido naufragio yo te miro buscamos el olor fresco de una amable llovizna en la brisa o algo frágil que nos sostenga en un abrazo momentáneo mientras hablamos pequeños remolinos de ceniza rodean nuestro abatimiento yo digo no hay nada que temer se avecina la tormenta pero cuando quiera desplomarse sobre nuestro desaliento ya seremos una mueca vacía yo digo agradezco al deseo que devorara toda mi vida en un segundo perdurable yo digo es imposible levantar nuevos muros en esta intemperie de hielo justo en esta tierra seca se irán disolviendo mis ojos tú me miras y nos quedamos en s

el polaco

  abandonó la lluvia  que daba forma a su casa y volvió a huir  una  y otra vez hasta llegar a una discoteca en ruinas a las afueras de lloret de mar allí se manifiesta dios y con cada paso limpió el barro de sus zapatos para no guardar nada de ningún lugar el dolor es un torrente de llagas que brota desbocado de su piel como el aullido de un animal en llamas con las primeras luces del día vierte cerveza caliente en su boca tumbado sobre la pista de baile para que todo el peso del mundo  no caiga sobre sus ojos claros nadie teje el tiempo de la espera encina vieja cubierta de branquias  que sueña ser agua sola sin caricia de tierra alguna han visto a los gorriones dando siete vueltas al antro en señal de reverencia madera de torcida higuera  que se ofrece al temporal para descubrirse en la luz del rayo asustado en el temblor del trueno unas veces mirada serena que gusta conversar tranquilo sobre imprecisas cosas rutinarias el aire ligero de la discoteca se llena de vuelos insuficientes

el canto de una tórtola

  bajo el fósil ámbar de la tarde  una serpiente devorada de insectos se consume en el engarce espeso del asfalto el silencio me habla de su inercia calcárea  ¿ y si no me despierta la tórtola con las primeras luces del día? caracoles de luna menguante  marchitan mi casa con su rastro viscoso ¿ y si quedan inmóviles en mi cama los viejos dioses del sueño? un lagarto constante de nieve tiene la voz colmada de cierzo sus ojos se hunden como cormoranes en el paisaje de su sombra soberana relincha sobre pedernales de carne y escupe mi nombre en el mármol todas las noches me pregunto dónde anida y qué huevos de pez ha guardado para mí la gente no quiere ahogarse en sus tentáculos pero está en todos los horizontes hoy me he contemplado en su manto de azogue  es un mar que te traga y te estrangula y te aprieta y te aprieta  cuando los párpados dejan sus auroras prisioneras en un aparcamiento vacío con extrañas farolas de luz amarilla niñas arponeadas de vacío  se pierden en el vaho de su piel