asedio
solo la voz degollada de la noche
y un perro viejo durmiendo en el suelo
nada más
la cama está hecha
la casa me espera
y yo me pierdo en un sueño de peces
donde ya no me habitas
las ventanas están cerradas
pienso en el manto cálido de tierra
que me protege de todas las derrotas
y luego me encojo al recordar
tu mano sujetando todas las palas
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